Comunidad indígena de Kanchidó recibió la visita de autoridades policiales, militares y de la gobernación

Tras cuatro semanas de confinamiento, la comunidad indígena de Kanchidó, ubicada en la zona rural del municipio de Pueblo Rico, Risaralda, recibió la visita de autoridades policiales, militares y de la gobernación departamental. El encuentro, motivado por la presunta intimidación del ELN, resultó en acuerdos clave para mitigar la difícil situación que atraviesa la comunidad.

Entre los puntos acordados, destaca la autorización para que miembros del Ejército acompañen a los indígenas en jornadas de recolección de frutos, vitales para su alimentación. Esta iniciativa, que cuenta con el permiso de la comunidad, busca garantizar el acceso a alimentos frescos y nutritivos, a pesar de las restricciones impuestas por el confinamiento. Se espera que en los próximos días se defina la fecha para llevar a cabo la primera jornada de recolección.

En el ámbito educativo, se gestionará con la Secretaría de Educación el reemplazo del docente Libardo Niaza, miembro de la comunidad y confinado, para que pueda retomar sus clases con los 49 estudiantes de secundaria en Kanchidó. El acuerdo contempla que el reemplazo y la autorización para impartir clases se mantendrán vigentes mientras persista la actual coyuntura.

Finalmente, se estableció el compromiso de dialogar con la Agencia Nacional de Tierras, ANT, para evaluar la posible compra de un predio que permita la reubicación de la comunidad. Aunque las autoridades reconocieron la complejidad de esta gestión, aseguraron que harán las diligencias necesarias para explorar esta alternativa a largo plazo.

Estos acuerdos representan un primer paso para atender las necesidades urgentes de la comunidad de Kanchidó y buscar soluciones sostenibles que garanticen su seguridad y bienestar. Las autoridades se comprometieron a mantener un diálogo abierto con la comunidad y a seguir trabajando para superar los desafíos que plantea el confinamiento.